Conoce qué es la
magdalena de Proust y cómo entra en acción cuando activamos nuestra imaginación
Cuándo queremos estudiar
una asignatura que en este caso trataría de ''Diseño de producto'', sabemos que para aprender debemos
activar nuestra curiosidad. Para activar esa curiosidad, la asignatura en sí
debe de interesarnos.
Para diseñar la temática
de un producto, muchas veces tenemos que buscar la inspiración en lo más
cotidiano que podamos encontrarnos mientras estamos viviendo. Aquí entra
muchísimo en acción ''la magdalena de proust''.
La magdalena de proust,
podría decirse que se trata como de una especie de sexto sentido que todos
podemos activar dentro de nosotros, pero... no es tan fácil conseguir que se
active siempre. A veces podemos conseguir que se active con un simple olor. Ese
olor puede significar algo en nuestra memoria y como referencia, puede hacer
que nos inspiremos gracias a las sinapsis que nuestro cerebro nos manda.
Esta especie de estímulo
que nos ayuda tanto a la hora de aportar, crear, imaginar e incluso comprender
emociones actuales que por lo contrario en un pasado no entendíamos con
demasiadas salidas o puntos de vista, nos ayuda especialmente con la
posibilidad de ser increíblemente originales a la hora de diseñar un producto.
Consigue que podamos mirar una simple taza de té en blanco e imaginar moldeados
diferentes a los que ya conocemos, o imágenes grabadas que no sean lo común de
ver. Y tras ese primer diseño, comenzamos a expandir nuestros horizontes,
empezamos a hacer que nazcan ramas de esa raíz que ha empezado siendo una
simple taza de té, hasta que creamos a todo un género familiar que tenga que
ver con su misma ''raza'', su mismo ''diseño'', pero consiguiendo a la vez que
en el resto de los diseños de los productos que se van formando tengan su
propia personalidad, autenticidad y unicidad.
Si entendemos qué es lo
que puede conseguir la magdalena de proust en nosotros, comprenderemos también
que toda nuestra fuerza está dentro de nosotros, que en realidad aún queda
mucho por descubrir y sobretodo que falta mucho por inventar en el mundo de la
productividad. Sólo tenemos que creérnoslo y dejar de sentirnos pequeños ante
los demás. Debemos conocer qué horizontes somos capaces de crear.
Si tratásemos de
conocernos más a nosotros mismos, posiblemente nos descubriríamos diariamente
resolviendo enigmas y haciendo más caso a nuestros sueños.
¿Cuántas veces hemos
soñado con algo increíble y revelador que nos ha servido como punto o eje de
inspiración para crear un producto? Lo importante es ejercitar ese arte, todas
esas mandalas que existen en nuestro interior para que en los momentos que nos
veamos involucrados para diseñar un producto seamos capaces de hacerlo y que
además después nos quedemos con la sensación de fortuna, éxito sólo por el
hecho de haberlo realizado.
Además, hay algo también muy importante en todo este tema de crear y estudiar para hacer un buen diseño de producto; que llegarás a los corazones de miles de personas.
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