El gran número de turbrocompresores a veces dificulta la elección del mismo, por lo cual, el conductor debe consultar previamente con un mecánico para que le aconseje elegir uno entre una amplia selección de turbocompresores destinados para coches con características distintas.
Cuando se detecta una avería del turbocompresor, normalmente, los mecánicos lo desmontan sin haber realizado la inspección completa del motor. Quizá lo que falla no es el turbocompresor sino el motor.
En la mayoría de los casos son problemas que se caracterizan por:
1. El motor no alcanza su máxima capacidad;
2. Sale el humo negro del tubo de escape;
3. Sale el humo azul del tubo de escape;
4. El aumento del consumo del aceite;
5. El funcionamiento demasiado ruidoso del turbocompresor.
Una vez se detecta uno de estos problemas, el conductor debe acudir a un taller para que se realice la inspección técnica no sólo del turbocompresor sino del motor también. Si después de la inspección se determina que la avería la tiene el turbocompresor, el mismo propietario del coche puede participar en la búsqueda del turbocompresor que le interesa y elegir uno de acuerdo con las características de su automóvil.
La compra se convierte en un placer porque en solo un click es fácil y rápido elegir la pieza, añadirla en la cesta de comprar y pronto recibirla a domicilio.
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